Carlos Pellegrini 2-100, Avellaneda, Buenos Aires
Un
icono que retrata la historia de la epopeya nacional del 17 de octubre de 1945
En 1945 se produce en la Argentina un
hecho histórico que cambiaría el escenario político del país de allí en
adelante. El 13 de octubre de ese año Juan Domingo Perón es llevado detenido a
la Isla Martín García. El 17, el pueblo se prepara para devolverlo al puesto
que ocupara hasta ese momento: la Secretaria de Trabajo y Previsión. Según
palabras de Raúl Scalabrini Ortiz no se
trataba de otra cosa que “el
subsuelo de patria sublevado”.
Enfrentarse
con la ribera del Riachuelo en ese lugar emblemático de la historia argentina
es encontrarse con el pasado inmediato. Un paraje rodeado de industrias, donde
el sol deja vislumbrar como en sombras las figuras de los militantes, que
sorteando todo tipo de inconvenientes se aventuraron a esa tremenda epopeya que
conformó y conforma un hito y un ejemplo de lucha por la dignidad de un pueblo. Simboliza la búsqueda de la utopía. Cualquiera que quiera reencontrase
con la historia no tiene más que acercarse a este sitio y imaginar el día, la
hora y el contexto de aquella jornada. El lugar invita y se vuelve alegórico.
La envergadura de los acontecimientos supera cualquier texto evocativo.
El obrero peronista lleva como bandera a
Evita, la abanderada de los humildes
Un poco de historia
De todos los rincones del conurbano bonaerense, sobre todo
del sur, donde estaban radicadas la gran mayoría de las industrias, una oleada
de trabajadores se prepara para ingresar a la Capital Federal y llegarse hasta
la Plaza de Mayo para rescatar a su nuevo líder.
El poder real intenta detener ese “aluvión zoológico”, tal
es el mote que le da al diputado radical Ernesto Sammartino en la Cámara de Diputados del Congreso
Nacional, el 7 de agosto de 1947. Una de cuyas formas
fue la de elevar los puentes que separan a la Capital Federal del Conurbano Sur.
En efecto, cuando los obreros van llegando al puente Pueyrredón (hoy el viejo
puente Pueyrredón) observan que no iban a poder utilizarlo.
En forma improvisada comienzan a cruzarlo, unos con botes
precarios y otros directamente a nado por
ese “roñoso rubicón”, como lo llamara Félix Luna. Nada detenía a esos
trabajadores que se preparaban para rescatarlo.
En las postrimerías del gobierno de Perón se estaba diseñando
un monumento que señalaría ese momento histórico. En cuanto se produce el golpe
de estado de la “Revolucion Libertadora” en el ’55 ese proyecto queda
inconcluso.
Pero en el 2013, con la intendencia de Jorge Ferraresi se
instala en una explanada entre el nuevo y el viejo puente Pueyrredón el ahora
llamdo “Coloso de Avellaneda” o “El Descamisado”, una escultura hecha de hierro de 15 metros de
altura desarrollada por dos grandes artistas: Daniel Santoro y Alejandro Marmo.
En uno de los frentes del Coloso, en una de sus tremendas
patas se pueden leer varias fechas históricas.
17 de Octubre de 1945 del que ya dimos cuenta
19 y 20 de diciembre de 2001: que marcan las jornadas
previas a la destitución del presidente De la Rúa y el principio del fin del
neoliberalismo en el país.
Cordobazo 1969: jornadas históricas en las que obreros y
estudiantes de Córdoba tomaron parte de la capital cordobesa en plena dictadura
militar.
Paz, pan y trabajo 1982: que marca la gran movilización del
30 de marzo de ese año que fue el primer movimiento popular que enfrentaba en
las calles a la dictadura genocida de Videla.
Hay una intencionada alteración del orden que representaría
la conectividad de todos estos hechos como partes de un mismo ideario de
libertad del pueblo con sus luchas
Cómo llegar
Desde la Capital Federal y en automóvil
por la autopista 9 de Julio Sur:
tomar la salida hacia Lanús. Unos metros antes, tomar la salida hacia la
derecha. Avanzando como quién vuelve a la Capital se llagará al cruce de las
avenidas Bartolomé Mitre e Hipólito Yrigoyen. Debemos recorrer la fuente y tomar hacia la izquierda
ingresando por la calle que sale a la derecha del viejo puente Pueyrredón. A
menos de 200 metros nos encontraremos con el Coloso.
Desde Avellaneda y en automóvil por
la Avenida Bartolomé Mitre: antes
de subir a la autopista 9 de julio sur tomar el desvío que sale hacia la
derecha. Recorrer el semicírculo que nos lleva a la intersección de las
avenidas Bartolomé Mitre e Hipólito Yrigoyen. Debemos tomar a la derecha por la
calle que linda con el viejo puente Pueyrredón. A menos de 200 metros nos
encontraremos con el Coloso.
Caminando desde el centro de
Avellaneda:
caminar hasta la intersección de las avenidas Bartolomé Mitre e Hipólito
Yrigoyen, tomar a la derecha por la calle que linda con el viejo puente
Pueyrredón. A menos de 200 metros nos encontraremos con el Coloso.
EL COLOSO DE AVELLANEDA , PERFECTA EXPRESION DE LA DECADENCIA ESTÉTICA A LA QUE EL PERONISMO SOMETIÓ AL PAIS ; UNA ESTATUA VOLUNTARIAMENTE HORRIBLE , DE 15 METROS DE ALTURA , QUE REPRESENTA A UN TRABAJADOR PORTANDO EN SUS MANOS UN PERFIL DE EVITA TAN MAL DISEÑADO QUE SE PARECE A LOS EXTRATERRESTRES DE MARTE ATACA , HECHA DE HIERRO OXIDADO Y UBICADA A ORRILLAS DEL HEDIONDO RIACHUELO
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